9.2.11

naufragio en la alta mar de mi mente



cada pensamiento es un fantasma

cada emoción, su arrebato



cada pesadilla es una evidencia

que acontece y que se olvida



cada pérdida es un sueño

que naufraga y siempre flota



cada náufrago es un muerto

que cree haber sobrevivido



cada escollo es un rencor

que permanece sólido entre las olas



cada vez que resucito

mi alma olvida que había muerto



cada vez que miro al cielo

mi cuerpo alcanza la orilla

sin respiración


bitácora


Los recuerdos se solapan, excesivos

así como la marea amontona los cadáveres

en la orilla

sin ningún otro resto

que explique lo ocurrido



Las posibilidades también se solapan

ténues

cíclicas y contrapuestas

como observadas desde una isla desierta

donde la marea te arroja cada noche

de vuelta e irónicamente vivo



Sobrevivir es un ciclo de engañosa estructura

una forma de herejía permitida

una vuelta más alrededor del Sol



pues sobrevivir tiene cuatro estaciones

como los años

como los puntos cardinales

como la señal de la cruz



como las piernas de un animal sagrado



como todo aquello que se solapa cíclicamente

y se amontona muerto en la orilla

sin que nadie, y digo nadie

pueda explicar lo ocurrido

y mucho menos predecirlo

estrellas y sal


No hay noche sin día

ni continente sin océano

pero a estas alturas del viaje

sólo la noche y el océano parecen existir

sin opuestos



La noche salada

el océano estrellado

y ningún horizonte a la vista

que los separe
 
el encuentro
 

Blanca como la espuma

porque es espuma



Blanca como la luna

porque es luna



Blanca como la piel

porque es piel



Blanca como lo blanco

porque es blanco



Pero jamás será una cosa

ni un color

lo que allí vi



al respirar bajo el mar

el hundimiento


No hubo sirenas, no hubo monstruos

No hubo fantasmas ni demonios

No hubo ciudades submarinas

No hubo ataques por sorpresa

No hubo bordes por donde el mundo se precipita

ni barcos ocultos en la neblina

No hubo sones cantados en la nada

ni mensajes de auxilio en botellas.



Fue sin embargo la luz

una falsa luz, un falso faro

lo que nos precipitó a los escollos

una luz que en tierra firme

tan satisfechos

los hombres llaman

la Razón
 

oro maldito


La noche primera

soñé con una montaña melancólica

a cuyos pies las ballenas morían

de viejas y esqueléticas.



La noche segunda

soñé con la marea, baja

dejando al descubierto una gruta

sólo visible ese día del año.



La noche tercera

soñé con monedas de oro

con rubíes y esmeraldas

con calaveras de plata...



La noche cuarta desperté ciego y sordo

sabiéndome víctima de una maldición.
 

niebla


Voces orando en lenguas extrañas

asustan a los que aún están despiertos

a los que no se atreven a dormir

pues hace ya semanas que navegamos

por entre la niebla en vez de por el mar



Algunos creen que morimos sin saberlo

otros se creen ya fantasmas sin destino

los que no han enloquecido hablan de suicidio

y los locos hablan de sombras

de embarcaciones intangibles que nos rodean

de oraciones incomprensibles que atraviesan

lo que nos consume

lo que nos vuelve ciegos e incapaces

lo que estando vivos llamábamos aire

y que ahora no parece ser otra cosa

que un espeso más allá



Soy yo, sin embargo, el único que sonríe

el único que duerme despreocupado

el único que asesina a los locos

y que tortura a los cuerdos infelices



Soy yo ¡únicamente yo!

el que se mantendrá vivo

¡pues soy yo! ¡Sólo yo!

el único que sabe

que es precisamente

la niebla


lo que nos proteje
polizón


y fue un ángel

caído de ningún sitio

quien nos habló del paraíso
cañonazos en el cielo


ceniza y pólvora

polvo divino



fuimos majestad

dioses sin destino



dioses que habitaron

el cielo submarino



somos dioses sumergidos

somos dioses sumergidos

señales


Hay un rezo

en el silencio con el que izamos las velas



un enigma

en la dirección que toma el viento



un presagio

en el vuelo de las gaviotas



y una certeza

en la proximidad de los buitres.



Vimos a un Dios escondido bajo el mar



y una esperanza

en la posición de las estrellas

 
peregrinación a la nada


Hacen su camino hasta alcanzar la catedral

Hacen su camino hasta alcanzar el meteorito

Hacen su camino hasta alcanzar la tierra brillante


Así traducen con su andar lo que su alma narra con lengua extraña

así navegamos en alta mar

peregrinando en cambio hacia la nada

pues no es un destino hacia lo que navegamos

no es el destino nuestra catedral
ahogado en el desierto


Me encontraras en la superficie

en el fondo de lo seco



ahogado en el aire

hundido bajo el cielo



bajo el azul fuego

en el mar que es desierto
El viejo mudo



Ante la última pregunta

un último deseo



antes de ser lanzado por la borda



Con sus manos

sin que nadie lo entendiera

pidió tener voz

para así poder morir



en silencio
tempestad de estrellas


Y fue por un instante

que las estrellas cayeron

todas a la vez

trazando milagros

sobre las dunas marinas



Y fue tras ese instante

que todos nos miramos

con pupilas relucientes



con miradas fugaces



y creyendo en todo

lo que siempre

habiamos negado
a bordo en la nada


Vacían las arcas a carcajadas

disparan a matar sin parpadear

violan a las damas por delante

y las avergüenzan por detrás.



Jamás escupen contra el viento

en cambio sí contra la humanidad

y sus canciones llegan a las costas

como si a muerte sonara el mar.



Beben y ríen, reman y nadan

fingen que viven, lloran como si amaran.

Mis órdenes acatan, sin reparo aun con bromas

cantando a la muerte, cantando en la nada.
luz


Montañas de mar

encrespadas por la luna

cuya luz no es luz

sino, mas bien

una falsa oscuridad



Ausencia de estrellas

abandono de los Astros



Ningún reflejo

ni tan siquiera

un horizonte



Sólo nos quedan



brillante

la memoria



luminosos

los recuerdos



incandescente

la soledad

la gruta


Palabras escritas a ciegas


Palabras que no parecen palabras

sino gemigos garabateados



Palabras que no parecen palabras

sino el mismo desespero

apuntalado contra la roca



Palabras que no parecen palabras

sino el vacío escrito a ciegas

en la oscuridad de los siglos



Epitafio azaroso, testimonio ilegible

sobre el craneo y los huesos

de un esqueleto esparcido



Huesos que no parecen huesos

muerte que no parece muerte

pues parecen no haber tenido nunca vida



Castillo de marfil y esperanza

esparcido, a trozos

sobre un tesoro

que jamás estuvo

allí enterrado
golpe de mar


No conoces tu propia voz

hasta que un golpe del mar

no te arrastra consigo, como por celos

y sus olas no te dejen morir

hasta que gimas por tu vida

y te devuelva el acantilado

un eco de horror
 
la consciencia del mar


El mar sabe de nosotros

en la manera que el mar sabe

pues el mar nos ha hecho nacer

nos ha hecho crecer

pensar

y por último nos hizo marineros.



Henos aquí amando la soledad

y navegando sin destino

mientras el mar espera, paciente

el día que el marinero

acabe su viaje

y le pueda decir al mar

lo que es el mar
la muerte sorda


el silencio murmura

a través del vaivén de las olas

los días plácidos de brisa fresca



el silencio grita

a través de los gemidos de los remeros

los días sin viento



el silencio se queja, dolido

a través del crujido de las maderas

los días de tormenta



el silencio canta

a través de los sones de la tripulación

las noches tristes sin luna



el silencio habla

a través de nuestras conversaciones negras

los días de niebla negra



el silencio calla

a través de la muerte

los días que no escuchamos
el pensamiento de Dios


Somos el universo

pensándose a sí mismo



pues sólo basta una palabra

para que todo exista



pero ninguna

para que todo

deje de existir
la voz de Dios

"El que es" está en todo

y lo es todo

lo es los profetas

lo es los que gritan

lo es todo lo dicho



pues somos la voz del todo



somos la boca del universo
nana cruel


las aguas negras

mecen la embarcación

y una sirena blanca

susurra una canción

cuyos versos son nuestros sueños

y cuyo final fue despertarnos

en una orilla


sin saber dónde
mi nombre en los astros


Yazgo sobre la Mar

flotando entre los destellos

de las estrellas



y no me importa el dónde

ni el a dónde ni de dónde

sino

qué era, qué soy, qué seré



fui pirata

soy corsario

seré bucanero



no hay palabra que me descifre

aunque me repita

y siempre lo mismo sea

antes, ahora y después

de la vida misma



soy firmamento


La muerte ramera


Nadie la vio venir

pues tal vez aquí

siempre estuvo



escondida en la inmundicia

paciente entre las ratas



vino como la fiebre

se fue como la vida



se fue



como la vida
 
a flote

El mar no es lugar para los hombres

¿Quien sabe habitar la inmensidad?

mas las bestias submarinas

viven a oscuras pero libres

de sentir la gravedad
extranjero

Extranjero de la tierra firme

de los horizontes planos



extranjero de lengua extraña



nativo del agua
tierra adentro


más allá de los puertos

más allá, tierra adentro

violaron a la niña-mente

y la vistieron de sangre y barro

creyendo así entenderla

tal vez dominarla



profanar la mente

y hacerla cosa



hacer de la niña una cosa

hacer del pensamiento una cosa

hacer del mundo una cosa



tomad vuestras cosas



como si no hubiesen otros sueños

mejores sueños



¿dónde está tu alma?



no puedo oir tu voz

no puedo ver tu cara



what monsters we've become

what monsters we've become
estrellas a la deriva


¿Quién creería en las estrellas

si en este mundo de luz y de día

los locos extraviados y los perdidos a la deriva

no hubiesen descubierto la noche?
la noche cósmica, o la noche útero


Los astros se diluyen en la noche


pues la noche es de agua

la embarcación es de agua

nosotros mismos somos de agua


Mañana todo volverá a ser

sólo en apariencia

pues seremos

seremos re-nacidos

hasta que la noche siguiente

de nuevo nos diluya


hasta que la gran noche

nos haga gota en océano

por nunca y por siempre

donde el tiempo no existe

donde no halla lugar



Dragón


Tras las nubes marinas

donde las aves celestes moran

donde las cosas ocurren a oscuras

lo vimos aparecer

tragando la luna
al límite



el trueno seguido de un rayo

tras el cual

la lluvia

precede a la tragedia



llegamos al límite del mundo



la tripulación calla y observa

el horizonte se acerca

y nos alcanza el destello

de todo lo que habíamos imaginado